Documentación del viaje

El documento básico de viaje es el pasaporte. Excepcionalmente, se puede viajar a algunos países con el Documento Nacional de Identidad. No obstante, la mayoría de compañías de cruceros son de nacionalidad no UE por lo que siempre recomendamos que viajes con tu pasaporte en vigor para evitar inconvenientes innecesarios.

Además de contar con la documentación de viaje, algunos de los países de tu ruta pueden exigir visado. Comprueba si ese es el caso en las Recomendaciones de Viaje del Ministerio de Asuntos Exteriores. Para obtener el visado, deberás informarte en el Consulado o Sección Consular de la Embajada del país o países de destino acreditadas en España. Hay que tener en cuenta que la tramitación del visado puede exigir documentación complementaria y que el plazo de concesión es el determinado por el país. Por ello conviene tramitar el visado con la suficiente antelación.

Debes asegurarte que tus datos de la reserva coinciden perfectamente con los de tus documentos de viaje. Entre estos documentos se encuentran pasaportes, visados y certificados de vacunas.

Los pasajeros que no dispongan de la documentación necesaria no podrán subir al barco ni entrar en ningún país.

Muchas de las navieras de nacionalidad estadounidense consideran mayoría de edad a partir de los 21 años por lo que no permiten viajar solos a menores de esa edad. Los menores de 18 años que no viajen acompañados de sus padres o tutores legales, deberán presentar en el momento del embarque un documento notarial legal de quien ejerza la patria potestad o tutela autorizando al menor a realizar el viaje. Si el adulto que viaja con el menor es su tutor legal, deberá presentar el certificado oficial de tutoría respecto al menor.

Además, a bordo hay algunas instalaciones en las que se limita la entrada por edad del pasajero. La edad del pasajero en el momento de embarcar determinará su estatus para el resto del crucero.

No importa si hiciste la reserva de tu crucero en la página web de la naviera o a través de tu agente de viajes, hay que realizar check-in online ya que te permite agilizar el proceso de embarque.

Realizar el check-in online del crucero es muy fácil. Todo lo que necesitas es el número de tu reserva.

Es habitual que durante el proceso de check-in online o en el momento del embarque te soliciten un número de tarjeta. Tranquilo, es normal. Cuando embarques te darán una tarjeta personal e intransferible que sirve para identificarte en el barco así como en la entradas y salidas del mismo además de como llave del camarote. Además, esta será la tarjeta que utilizarás para tus compras y consumiciones dentro del barco. La noche anterior al desembarco procederán al cargo del saldo gastado en el número de tarjeta que facilitaste.

Comer y beber a bordo

Todas las comidas que realices a bordo están habitualmente incluidas en el precio. Puedes comer hasta saciarte.

La mayoría de cruceristas coincide en que, viajando con una buena naviera, la calidad y la variedad de las comidas es una de las mejores cosas que tiene viajar a bordo de un crucero.

En los restaurantes principales de los barcos no hay ningún tipo de restricción sobre la comida. Es decir, podrás comer dos entrantes o tres postres, lo que te permitirá probar, sin remordimientos, todo tipo de platos.

Los desayunos y comidas se suelen hacer tipo buffet en uno o varios de los restaurantes. Allí podrás encontrar todo tipo de delicias tanto dulces como saladas, ensaladas, frutas y postres maravillosos. Ojo, ya te avisamos que muchos vuelven con algunos kilos de más.

Las cenas, por el contrario, se suelen programar en un comedor más elegante y son a la carta. En el momento de realizar la reserva te asignan una mesa (en ocasiones compartida con otros pasajeros) y un turno de cena. Te recomendamos reservar tu turno de cena lo antes posible pues uno de los dos turnos es en torno a las 18 horas.

No obstante, si no quieres cenar en este comedor, también puedes recurrir a cualquiera de los restaurantes buffet, aunque nuestra recomendación es que acudas al restaurante de cenas en al menos una ocasión. Para acudir a este restaurante hay que seguir un código de vestimenta que te indicarán cada día (sport, casual o formal). Sin embargo, esto es una indicación y mientras que vayas correctamente vestido puedes no llevar una vestimenta excesivamente formal si no quieres.

También, el crucero cuenta con otros restaurantes de pago, muchos de ellos de comida internacional. Estos restaurantes no se encuentran incluidos en el precio, por lo que deberás pagar a parte, bien según lo que comas o bien un tarifa determinada de antemano. Suelen ser de muy buena calidad y si un día quieres hacer un plan diferente puede ser una buena opción.

¡Ojo con el todo incluido! Una de las trampas en las que podemos caer en un crucero es la de pensar que el «todo incluido» es literal. Entre los productos o servicios que quedan fuera del billete están las bebidas. Refrescos, cervezas y combinados -a veces también el agua- pueden representar un gasto importante si no se ha adquirido un paquete extra. Consulta antes de embarcar los distintos paquetes de bebidas de que dispone la compañía de cruceros que has elegido y valora cuál de ellos te compensa.

Entre los trucos de los expertos para ahorrar en este capítulo está pedir el vino por botellas en lugar de por copas (y pedir que nos lo guarden con nuestro número de camarote para la próxima comida), o cubos de cerveza con varias botellas en lugar de individualmente.

Dispositivos electrónicos a bordo

Recomendación número uno de los cruceristas para evitar disgustos innecesarios: viajes por donde viajes recuerda apagar los datos de tu teléfono móvil para evitar sorpresas en tu factura. En alta mar no hay wifi ni internet incluido en tu tarifa.

Es verdad que, en caso de necesidad, podrás disponer de internet, pero de pago y las tarifas, te lo adelanto ya, son realmente elevadas.

Aunque ahora con la gratuidad del roaming en Europa, si estás realizando un crucero por puertos incluidos en esta tarifa, podrás esperar a atracar en cada escala para consultar tu correo electrónico, mandar un whatsapp o subir una foto a tu redes sociales.

También, regula la hora del mismo y activa la alarma despertador para viajar acorde a los cambios de huso horario.

Procura llevar un adaptador universal para enchufes ya que la mayoría de navieras tienen enchufes de formato americano.

No olvides un cargador portátil y una regleta, ya que los camarotes no se caracterizan por tener una gran cantidad de enchufes.

Camarotes

Todas las navieras disponen de diversas categorías de camarotes: interiores, exteriores con ojo de buey, exteriores con ventana panorámica, exteriores con terraza…

Los interiores y los exteriores con ojo de buey suelen estar en las cubiertas más bajas, mientras que los de mayor tamaño y las suites se sitúan en las más altas.

Lógicamente a mayor tamaño del camarote y cuanto más alta sea la cubierta (el piso de tu camarote), también subirá el precio.

Si es posible, elige al menos un camarote exterior con ojo de buey, aunque tengas que pagar algo más. La sensación es menos agobiante.

En cualquier caso, los servicios en el camarote suelen ser de gran calidad. Cada cierto número de camarotes tienen asignado un camarero que se presentará el primer día ofreciéndote sus datos de contacto. Él (o ella) serán los encargados de la limpieza  y orden de tu camarote (verás cómo te sorprenden con la decoración con unas simples toallas) además de para facilitarte todo cuanto esté en su mano. Suelen ser amabilísimos y están a tu disposición con una simple llamada en un amplísimo horario.

Aunque al reservar tu camarote te parezca que el tamaño es pequeño, es importante saber que los diseñadores de cruceros se toman muy en serio aprovechar el espacio hasta el más mínimo rincón. A tu llegada, no dejes de explorar tu cuarto y te sorprenderá encontrar espacios de almacenamiento adicional en los sitios más insospechados: debajo de la cama y el sofá, detrás de un espejo…

Como truco de crucerista experto, debes saber que los barcos (incluidas las cabinas) están hechos de metal, aunque no tenga apariencia metálica a simple vista. Puedes aprovecharlo como un gran mural para organizar la revista de propuestas diarias, los datos y recomendaciones sobre puertos de embarque, documentación para el desembarco, etc. También hay quien aprovecha esta circunstancia para decorar con fotos y dibujos las paredes e incluso la puerta del camarote.

Solo tienes que comprar unos imanes en algún puerto, que además te pueden servir a la vuelta como souvenir para regalar o como recuerdo.

Enfermería

Todos los barcos cuentan con protocolos de asistencia médica y emergencias, así como médicos a bordo que pueden solucionar in situ pequeñas afecciones, como problemas gástricos, pequeños cortes o insolaciones. Así que, relájate, un pequeño contratiempo no tiene porqué arruinar tus vacaciones.

Si la enfermedad es más grave se trasladará al pasajero al puerto más cercano para acudir a un hospital, lo que puede hacerse, en muchos casos, a través de un helicóptero que aterrice en los helipuertos presentes en muchos barcos.

Si tienes que tomar alguna medicina, la compra de medicinas a bordo no siempre es posible y suele ser más cara de lo habitual, así que no te olvides de llevar contigo un botiquín personal que contenga antiinflamatorios, analgésicos, pomadas para golpes o dolores musculares y medicamentos para el mareo y los problemas digestivos.

Compras a bordo

Al igual que en los aeropuertos, al adquirir los productos y servicios que se ofertan en un crucero no tendrás que pagar el IVA. Por esta razón, cuando el barco esté atracado en algún puerto las tiendas permanecen cerradas.

Al volver a casa, lo que hayas comprado estará exento de impuestos siempre que no supere los valores estipulados por la aduana.

Tanto para el embarque como para el desembarco, rigen las mismas normas de importación y exportación de productos. Ojo por lo tanto si en los días previos a tu embarque has adquirido comidas y bebidas porque es probable que no puedas subirlas a bordo.

Del mismo modo, la compra de bebidas alcohólicas a bordo, no así el consumo en los establecimientos del crucero, está controlada de tal modo que éstas se te entregarán el día del desembarco.

Propinas

En los cruceros, por norma general, se debe dejar propina. Dependiendo de la compañía del crucero se dejarán en un sobre al finalizar el crucero o incluso pueden ser cargadas en una cantidad fija por día y pasajero en el momento de hacer la reserva y pago del viaje. No obstante, incluso en este último caso, suelen facilitarte formas para poder entregar una propina adicional si se quiere premiar un servicio o a una persona en concreto.

Mejor momento para contratar extras

Si tienes algunas cosas claras como las excursiones que quieres realizar o el paquete de bebidas que vas a contratar, puedes dejarlo hecho de antemano.

En el caso de las excursiones, realizarlas con la propia naviera tiene sus ventajas (como la seguridad en los horarios de embarque y desembarque), pero tienes que saber que es probable que te salgan más caras que contratarlas por tu cuenta con alguna otra compañía. En cualquier caso, cuanto antes te decidas mejor ya que las mejores excursiones suelen agotarse.

El día del embarque suelen realizarse ofertas para determinados servicios como los paquetes de bebidas, la conexión a internet o los reportajes de fotos.

A medida que vayan avanzando los días también realizarán descuentos en algunos productos de las tiendas, los reportajes fotográficos o los tratamientos de los spas.

Los restaurantes de especialidades (que son de pago y, por tanto, no están incluidos en el pasaje) también suelen ser objeto de diferentes ofertas.