No hay nada como la Navidad en Nueva York.

Ver la ciudad decorada con millones de luces e impresionantes árboles mientras se compran regalos de última hora o se toma cacao caliente es una experiencia que todo el mundo debería vivir al menos una vez en su vida.

No te puedes perder la pista de hielo del Rockefeller (otra cosa es que te animes a patinar), ni los deslumbrantes espectáculos festivos de Broadway o alguno de sus múltiples Winter Village en Bryant Park o el Gran Central Holiday Fair.

Además, la ciudad de Nueva York es un clásico de las fiestas y sus escaparates se engalanan especialmente para estas fechas. Visita los de Bloomingdale’s, Bergdorf Goodman o Macy’s.

Edimburgo es un destino navideño de lo más atractivo con su aroma a pan de jengibre y las bulliciosas fiestas de Hogmanay (celebración de Año Nuevo escocesa).

Visita el Christmas Market, el mercado navideño de Edimburgo, que se instala en los jardines de Princes Es un mercado tradicional alemán con decenas de puestos, donde encontrarás desde artesanía y objetos de decoración hasta comida típica de Escocia, galletitas de jengibre, bratwurst…

Uno de los planes más típicos es contemplar Edimburgo desde una de las cestas de la noria Edinburgh Wheel.

Al anochecer, dirígete al Real Jardín Botánico para tomar sidra con especias y maravillarte con su iluminación navideña.

Otra de las atracciones imprescindibles es el festival de proyecciones que, al anochecer, convierte el castillo de Edimburgo en un escenario aún de lo más cautivador.

Hay algo mágico en pasar las fiestas en Londres. Entre las luces brillantes, los mercadillos navideños, los bares pop-up temáticos y las múltiples pistas de patinaje sobre hielo situadas desde Hyde Park hasta la Casa de la Reina en Greenwich, la ciudad cobra realmente vida durante las fiestas.

Alguna de las cosas que no te puedes perder si pasas la Navidad en Londres es el árbol navideño de Trafalgar Square, la feria de Navidad Winter Wonderland, la pista de hielo en Somerset House, la mágica plaza de Covent Garden, las luces de Navidad en Carnaby Street, Oxford Street y Regent Street, el ballet del Cascanueces, visitar los estudios de Harry Potter de Warner Bros y ver Hogwarts nevado, visitar los escaparates navideños de Harrods, Fortnum & Mason y Selfridges… son tantos los planes maravillosos que hacer en Londres en Navidad que querrás viajar allí de inmediato.

¿Por qué no pasar las fiestas en la ciudad natal de Papá Noel? Rovaniemi, la capital de la Laponia finlandesa, alberga el pueblo de Papá Noel y el SantaPark, donde te encontrarás con el propio Santa Claus, además de renos y otras actividades festivas.

Durante el invierno los paisajes árticos se cubren de nieve, e incluso tendrás la oportunidad de ver la aurora boreal.

Hay varios hoteles con los famosos alojamientos de iglúes de cristal, que ofrecen impresionantes vistas de la aurora boreal desde tu propia habitación.

Es también el sitio ideal para viajar en familia en Navidad.

Podrás cruzar el Círculo Polar Ártico, visitar la oficina postal de Papá Noel, dar un paseo en un trineo tirado por renos, hacer una preciosa excursión en trineo tirado por huskies, pasear por el centro de la ciudad decorada con un impresionante árbol navideño, ver el castillo de fuegos artificiales de Nochevieja, hacer excursiones por los bosques nevados, montar en moto de nieve…

Aquí encontrarás más información y planes divertidos para hacer en Navidad en Rovaniemi.

Si prefieres cambiar las raquetas de nieve por el traje de baño estas fiestas, diríjase a las Maldivas.

Esta puede ser la época del año perfecta para pasar unas largas vacaciones en un destino lejano, así que aprovecha para dirigirte al lugar que encabeza la lista de deseos de muchos viajeros.

Vuela a la capital, Malé, y luego tome un hidroavión hasta un complejo turístico en una isla.

Dormirás en una villa suspendida sobre pilotes por encima de las cálidas aguas del océano Índico, y podrás practicar el snorkel y la navegación diurna durante toda la temporada.

Y aquí no te decimos nada más; es un destino para descansar, relajarse y disfrutar.

Sigamos con otro destino soleado.

En realidad todo el Caribe está hecho para los cruceros en Navidad que permiten nadar en mares azules, pasear por playas de arena blanca y fina, disfrutar de destinos caribeños, y volver a bordo para disfrutar de sus comodidades con otra isla en el horizonte.

Pero Barbados está en su momento más relajado entre mediados de septiembre y mediados de diciembre, cuando los precios de los hoteles bajan hasta un tercio y los asiduos al sol de invierno aún no han llegado. Hay riesgo de lluvia, pero nunca dura mucho y la temperatura sigue siendo de unos agradables 27 grados.

Si te decides, puedes explorar el este, algo más salvaje. La parte atlántica de la isla es un estimulante torbellino de costas espectaculares (sobre todo en los alrededores de la pequeña ciudad de Bathsheba), oleaje, cocoteros y colinas invertidas que parecen un mundo aparte de los congestionados complejos playeros que bordean las costas oeste y sur.

Si lo que quieres es descansar, relajarte, pasear por playas espectaculares y calentarte al sol después de algunas semanas de frío invierno, este es tu destino ideal.

Ya sea viendo a los Krampuses (una criatura de orejas de elfo y unos grandes cuernos, propia del folclore de los países alpinos tales como Austria) deambular por las calles, comiendo manzanas de caramelo en uno de los muchos mercados navideños de la ciudad o simplemente empapándose de las increíbles decoraciones de las calles, verás cómo será difícil no dejarte arrastrar por el ambiente navideño de Viena.

Visita alguno de sus decenas de mágicos mercadillos navideños como el de Rathaus Park, el más grande de Viena, el de Stephansplatz o el de la plaza de San Carlos, por citar solo algunos. Lánzate a patinar en la pista de hielo del ayuntamiento, maravíllate con sus luces navideñas, asiste a un concierto en el Kursalon, prueba la gastronomía típica de navidad vienense…

Y, si vas con niños, no te pierdas el parque de atracciones del Prater que en Navidad se convierte en un lugar de cuento.

Singapur es toda una experiencia navideña, aunque no sea el primer destino que te viene a la cabeza para esta ocasión.

Las festividades comienzan a mediados de noviembre, cuando se encienden casi cuatro kilómetros de luces navideñas en la zona comercial de Orchard Road. Poco después los restaurantes estrenan sus menús festivos y se abre el País de las Maravillas Navideñas en Gardens by the Bay.

El punto culminante de la temporada es la extravagante cuenta atrás y la fiesta de fuegos artificiales en Marina Bay.

Para una experiencia más extravagante, puedes desplazarte hasta isla de Sentosa y disfrutar de complejos exclusivos y atracciones temáticas.

Disfruta de un paseo nocturno por el Riverside, los alrededores de los muelles del río Singapur, y experimenta las vistas y sonidos fascinantes de la vida nocturna y de cenas junto al río con interesantes platos navideños. Los comerciantes ofrecen paseos guiados en embarcaciones decoradas que atraviesan ambos lados del canal.

Pasar tus vacaciones de Navidad en esta pintoresca región del sur de Alemania será una verdadera inmersión en la Navidad más auténtica. Comienza tu viaje en Múnich, donde beberás vino caliente mientras paseas por la encantadora ciudad.

Continúa por Dresden y Núremberg que se disputan la mención a las ciudades con mayor tradición navideña de Alemania. Mientras que la primera celebra uno de los mercados más antiguos y de sus alrededores proceden muchas de las tradiciones artesanas que todavía hoy se celebran (como las pirámides de la Navidad, entre otras), Núremberg también recoge esa tradición y es la capital de las populares galletas de jengibre Nüremberg Lebkuchen, todo un clásico que no puede faltar en sus mercadillos Navideños.

Puedes seguir tu ruta por Würzburg, al norte de Núremberg, que se considera el inicio de la popular ruta turística “Ruta romántica” que la une con Füssen a los pies del castillo de Neuchwanstein por una ruta que pasa por algunos de los pueblos medievales más populares como Rothenburg ob der Tauber.

Würzburg, destaca por su lujosa arquitectura barroca y rococó, en especial el palacio Residencia de Wurzburgo del siglo XVIII que cuenta con ornamentadas salas y una espectacular escalinata.

Aunque son muchas las ciudades y pueblos navideños que puedes visitar en esta zona, no hay mejor punto y final para este viaje que acabar en Füssen, el pueblo a los pies del gran símbolo de Baviera: el espectacular castillo de Neuchwanstein.

El mercado navideño de Füssen se celebra los dos primeros fines de semana de Adviento en diciembre en el patio del monasterio de St Mang, el corazón de la ciudad histórica de Füssen. También es un punto interesante si quieres hacer pequeños trekkings a las puertas de los Alpes.

Y si lo tuyo es el esquí, puedes ampliar unos días más y decantarte por alguna de las pistas de esquí de los Alpes alemanes.

Si lo que quieres es huir del todo del ambiente navideño, una buena opción puede ser Marrakech ya que la gran mayoría de la gente en este país no celebra la Navidad.

La ciudad marroquí tampoco es tan calurosa en diciembre como en verano (se alcanzan máximas de 20ºC sin bajar demasiado por la noche), por lo que explorar su medina, zocos, mezquitas y riads es aún más agradable.

Algunos de los planes ideales para esta época en Marrakech son hacer algo de shopping en el Zoco para disfrutar de unas compras navideñas diferentes, disfrutar de maravillosas puestas de sol desde la Plaza Jemaa el Fna, realizar una excursión por el desierto de Zagora en camello, quad o 4×4, conocer el Jardín Majorelle sin demasiado calor o mirar las estrellas en el Sáhara.

Si además te apetece probar la nieve marroquina, puedes optar por una escapada en Oukaïmeden, el centro invernal más alto de África.