Si nunca has estado en África y quieres visitarla por primera vez, un viaje a Sudáfrica es una excelente experiencia para descubrir las maravillas del continente.
Parajes de enorme diversidad, fecunda y salvaje fauna y flora, embriagadores paisajes y huellas de antiguas culturas, dicen aquellos que viajan que Sudáfrica queda grabada en el corazón.
Allí podrás dormir bajo las estrellas en el desierto, ascender hasta cumbres nevadas, visitar su salvaje costa o conocer sus grandes y bulliciosas urbes. Sudáfrica es un país de enormes contrastes.
No te lo pierdas, Sudáfrica te llenará tus recuerdos de ricas imágenes. Y además, al final del artículo descubrirás un bonus adicional imperdible.
LA MEJOR ÉPOCA PARA VIAJAR A SUDÁFRICA
No existe una mejor época determinada para visitar Sudáfrica; todo dependerá del tipo de viaje que quieras realizar.
Sudáfrica disfruta de un clima tropical templado y con grandes variaciones regionales. Se caracteriza por dos estaciones principales: la estación seca de abril a octubre, y la lluviosa, de noviembre a marzo. Se puede visitar el país durante todo el año, aunque es más agradable hacer un recorrido por los parques nacionales en la estación seca. Por el contrario, unas vacaciones en las playas de Ciudad del Cabo serán ideales entre noviembre y marzo.
Al estar ubicada en el hemisferio sur, las estaciones en Sudáfrica son opuestas a las de Europa.
La primavera sudafricana se reparte entre los meses de septiembre a noviembre. Las temperaturas suben durante el día. Es una estación que nos permite ver bellos paisajes repletos de flores, como los del West Coast National Park, a unos 90 kilómetros de Ciudad del Cabo.
El verano, de diciembre a marzo, es caluroso y húmedo, con tormentas eléctricas. Es una buena época para disfrutar de las posibilidades que ofrece la costa. Diciembre y enero son los meses de mayor afluencia turística y con subida de precios por lo que evítalos en la medida de lo posible.
En otoño, de abril a mayo, podrás disfrutar de tu estancia en Ciudad del Cabo gracias a los días soleados y las noches templadas, que invitan a frecuentar los espacios al aire libre.
El invierno en Sudáfrica, que va de junio a septiembre, es seco y no muy frío. Es la mejor época para disfrutar de la fauna. La vegetación es menos frondosa y los animales se concentran en los ríos para beber. Además, la ballena austral comienza a llegar a la costa. También es buen momento si lo tuyo son las actividades y deportes al aire libre.
QUÉ VER EN SUDÁFRICA
Ciudad del Cabo
Esta es la zona que recibe el mayor volumen de turistas, no sólo por el aeropuerto internacional de Ciudad del Cabo, sino también por los atractivos de la región.
Ciudad del Cabo es uno de los enclaves más interesantes del continente africano.
En sus alrededores destacan las Winelands, zonas de viñedos donde se cultivan excelentes caldos, y la costa, con magníficas playas y abruptos acantilados que ofrecen lugares como el Cabo de Buena Esperanza. La más visitada, y probablemente la más hermosa, aparece protegida por la Montaña de la Mesa (Table Mountain); ya sea en el teleférico giratorio o a pie, coronar la famosa cumbre constituye un rito de iniciación en Ciudad del Cabo. Si el tiempo lo permite, el premio es la panorámica de toda la península de Table Mountain así como el descubrimiento de la increíble biodiversidad del parque. Conviene planificar la caminata: sus 24 500 Ha tienen rutas para cualquier forma física y ambición, desde cómodos paseos para avistar fynbos al sendero Hoerikwaggo, de cinco días y cuatro noches.
Parque Nacional Kruger
Uno de los grandes espacios naturales del país y el más imponente de sus parques nacionales.
Su accesibilidad, abundancia y variedad de fauna y flora, gran tamaño y oferta de actividades lo hacen único y cautivador. Desde senderos a ciclismo de montaña y remotas pistas para todoterreno, la inacabable oferta permite disfrutar del medio natural y la vida salvaje. Kruger es uno de los mejores lugares del sur del continente para ver todo tipo de fauna.
Johannesburgo
La ciudad, que te sorprenderá por sus grandes dimensiones, es la capital económica y financiera del país.
Alberga barrios como el histórico Soweto, ciudad «dormitorio» del sudoeste, donde historia, política y marginalidad se mezclan en un explosivo cóctel. Aún así, Johannesburgo merece una visita para descubrir sus lugares más interesantes.
Con una historia bastante reciente pero tremendamente convulsa, la ciudad donde vivieron Nelson Mandela, Desmond Tutu y Gandhi es un auténtico must si eres una persona curiosa y te gusta visitar sitios menos conocidos.
Lo mejor para ver:
- Casa de Mandela: la antigua residencia de Mandela es actualmente un museo .
- Museo del Apartheid y Constitution Hill,: Otros museos de Soweto que relatan la lucha por terminar con la segregacióny el antiguo complejo de una prisión.
- Parque Herman Eckstein comprende un lago para paseos en bote y el Zoológico de Johannesburgo.
- Gold Reef City: parque temático que combina atracciones con la historia minera y un recorrido subterráneo.
- Galería de Arte de Johannesburgo: tiene obras de arte locales contemporáneas y pinturas neerlandesas del siglo XVII.
- Arts on Main: es un moderno complejo de estudio en un distrito industrial transformado, parte del distrito emergente de Maboneng.
- Sandton City: donde podrás visitar lujosas tiendas
- Mercado Dominical: en la Azotea en Rosebank exhibe entretenimiento, comida y artesanía de África.
Durban
Activa ciudad en la que parece que pueden encontrarse todas las etnias del mundo, diversidad que se muestra en su perfil urbano en el que conviven los altos edificios de cristal con construcciones tradicionales. Destaca su comunidad hindú, la segunda en importancia, que ha introducido en esta amalgama de estilos sus mezquitas y templos llenos de color que contrastan con los solemnes edificios victorianos dejados por los británicos. Se encuentran dos focos de interés: el centro de la ciudad, donde dominan los altos edificios, y el paseo marítimo y la playa, zona que se denomina Marine Parade y que es el centro de ocio veraniego y nocturno.
No te puedes perder:
- Golden Mile; la milla de oro, como se conoce a la playa urbana de Durban, se extiende durante kilómetros paralela a la ciudad y es el punto neurálgico de la vida diurna de la misma. Allá se agolpan restaurantes, hoteles, locales y turistas, surfistas y artistas. De obligada visita.
- Estadio Moses Mabida: un estadio con clase que cuenta con la atracción Big Rush una caída libre de casi 100 metros que recordarás de por vida.
- Ushaka Marine World. El acuario de la ciudad, construido dentro de un imponente barco antiguo y donde es posible bucear con tiburones.
- Centro financiero: Un Manhattan en pequeñito donde podrás tomar las mejores fotos nocturnas.
Pretoria
Pretoria es una ciudad situada en la parte norte de la provincia de Gauteng, en Sudáfrica, dentro de la Municipalidad Metropolitana de la Ciudad de Tshwane.
Ciudad crecida a partir de una pequeña comunidad agrícola boer, ha sido, durante mucho tiempo, bastión afrikaner, aunque actualmente, con los cambios políticos, Pretoria se ha abierto a todos y se ha convertido en una localidad tranquila y agradable, repleta de jacarandas.
Es la capital administrativa de Sudáfrica, junto a las ciudades capitales legislativa de Ciudad del Cabo y la judicial de Bloemfontein. El Poder Ejecutivo está ubicado en Pretoria.
El área metropolitana de Pretoria es la quinta en importancia de Sudáfrica. Está considerada como la ciudad que más servicios ofrece a nivel nacional en estudios universitarios, con universidades como la Universidad de Pretoria, la Universidad de Sudáfrica, siendo la primera en el país que ofrece educación a distancia, y la Universidad Tecnológica de Tshwane, que acoge a la mayor cantidad de estudiantes de ciencias en Sudáfrica.
A Pretoria se le conoce a veces como «Tshwane» debido a la controvertida propuesta de cambio de nombre, de larga duración y que aún no se ha resuelto
Puedes visitar:
- Church Square: animada plaza que se construyó en torno a la Iglesia Reformada Holandesa y que es punto de encuentro de los pretorianos. En el centro se alza la estatua de Paul Kruger y en sus lados pueden verse edificios como el antiguo Parlamento, la Oficina de Correos, el Museo de Sellos y el Palacio de Justicia.
- Union Buildings: edificio gubernamental cuya altura ofrece bellas vistas de la ciudad.
- Casa-museo de Paul Kruger: que ofrece un recorrido por la historia de la República de Transvaal y por la personalidad de su presidente, Paul Kruger.
- Melrose House: casa victoriana que muestra un bello invernadero.
- Museo Transvaal: dedicado a las ciencias naturales, muestra interesantes fósiles y maquetas.
- Monumento al Voortrekker: es una enorme construcción geométrica de granito dedicada a la expedición que realizaron los holandeses atravesando el país.
- Templo Mirammen: dedicado a esta dios hindú.
Port Elisabeth
Puerto Elizabeth es una ciudad situada en la bahía de Algoa, en la provincia del Cabo Oriental de Sudáfrica.
Es la ciudad por donde los primeros colonizadores entraron en Sudáfrica en 1820 y presume de ser la ciudad más soleada de la costa del país.
Además de tener un importante puerto, la ciudad es famosa por sus numerosas playas. La ruta Donkin Heritage Trail recorre los monumentos victorianos del barrio Old Hill.
No te pierdas un fabuloso paseo en bote costero donde podrás avistar ballenas y aves marinas poco frecuentes.
En las reservas de fauna silvestre fuera del área metropolitana habitan elefantes, rinocerontes y otras especies de caza mayor.
QUÉ HACER EN SUDÁFRICA
Realizar un safari
Sin duda, la primera de ellas es visitar uno de los parques donde aún se pueden ver los llamados “big five”: león, leopardo, búfalo, elefante y rinoceronte.
Para visitarlos, existen tarjetas anuales que te permiten entrar libremente las veces que quieras. No obstante, la entrada diaria suele ser bastante económica. Según el parque, puede costar de 4 a 17 euros.
Alojarte en un hotel cercano al parque hará que madrugues menos.
Puedes recorrer el parque concertando una excursión en jeep (puede incluir recogida en el hotel y traslado al parque) o por libre.
Con la ayuda de un guía disfrutars de una forma más cómoda de la vegetación y los animales, pues no tendrás que estar atento a la conducción y al mapa. Además, podrás pararte a tomar preciosas fotografías que desearás ver una y mil veces a tu vuelta a casa.
La ropa que llevar al safari, siempre cómoda, variará en función de la estación en la que viajes a Sudáfrica. No obstante, los safaris suelen comenzar a primera hora de la mañana, por lo que no viene mal llevar alguna ropa de manga larga aunque sea verano. Usa colores naturales (verdes y marrones) que no llamen la atención.
Guarda silencio cuando haya presencia de animales para evitar que se asusten y se marchen.
Cata en los viñedos
La arquitectura colonial holandesa salpica el paisaje de suaves colinas y ordenadas hileras de viñedos. Es la quintaesencia de la provincia del Cabo, donde vinos de talla mundial ponen la guinda a un paisaje idílico. Stellenbosch, Franschhoek y Paarl, ciudades de cata de la región, presumen de algunas de las bodegas más antiguas, grandes y bellas del continente. Pero esta no es la única región vinícola de la provincia; Tulbagh produce espumosos, Route 62, recios tintos y oporto, y las cumbres del Cederberg, sauvignon blancs secos.
Jaula de tiburones
Si te gusta la aventura y el riesgo y estás deseando generar adrenalina a tope, el buceo en jaula con tiburones será sin duda una de tus imprescindibles cuando viajes a Sudáfrica.
En las gélidas aguas de Gansbaii podrás ver de cerca al temido tiburón blanco de Sudáfrica.
Gansbaai es conocida como la Gran Capital del Tiburón Blanco en todo el planeta y se encuentra a tan solo 200 kilómetros de Ciudad del Cabo. Este ‘país de las maravillas náuticas’ es el lugar idílico donde se puede ver con seguridad a este majestuoso depredador en su brillante entorno natural.
Debido al fantástico clima, las embarcaciones pueden ser disfrutadas en cualquier época del año y ofrecen otras actividades: distintivas panorámicas, exploraciones e interacciones con la vida natural únicas.
Durante los meses de verano, los tiburones se mantienen cerca de la costa y durante el invierno se trasladan a Shark Alley, un complejo cercano marcado por dos islas.
Dyer Island alberga simpáticos pingüinos africanos y bellas aves migratorias, junto a Geyser Rock con su colonia residente de 60.000 focas peleteras del Cabo.
Ciudad del Cabo en helicóptero
Cuando el día está despejado podrás disfrutar de una visita panorámica a Ciudad del Cabo y alrededores en helicóptero.
Obtendrás una una buena visión de toda la zona del puerto y la teníamos la magnífica Table Mountain así como de otras importantes zonas de la ciudad como si se tratara de una postal de Ciudad del Cabo.
Puenting
El puente Bloukrans y sus alrededores son el mejor lugar para lanzarse al vacío. Su gran altura es ideal para los amantes del puenting.
Ubicado en el Parque Nacional Tsitsikamma, en la frontera con el Cabo Occidental y Oriental, este puente de 272 metros de largo y 451 metros de altura es el segundo puente más alto del mundo, y es apto para las actividades de deporte extremo.
Los más valientes podrán saltar al vacío desde una altura de 216 metros.
Pero además de este puente, en Sudáfrica existe otro lugar en el que practicar este deporte de aventura: Las Torres Orlando. No solo son uno de los hitos más distintivos de Soweto, sino también el primer salto de caída libre del mundo entre dos torres. Desde aquí podrás saltar desde una altura de 100 metros.
¿Te atreves a probar?
Ruta de Hoop en bicicleta
La Reserva Natural de Hoop se encuentra a tan sólo tres horas de Ciudad del Cabo, en Overberg, y es una de las favoritas para los excursionistas y observadores de aves y ballenas.
También podrás recorrerla en bicicleta ya que dispone de cuatro rutas de montaña con diferentes niveles de dificultad para los apasionados de este medio de transporte.
Además, si decides hacer la ruta en bicicleta podrás avistar águilas, flamencos, y hasta 86 especies diferentes de mamíferos desde bontebok, cebra de la montaña del Cabo, rhebuck gris, eland, delfines, ballenas y focas.
Canopy Tour
Una aventura emocionante para los que no tienen miedo a las alturas.
Es una caminata aérea en medio de los bosques donde te enganchan de un cable para pasear entre árboles de 30 metros de altura. Una opción de ecoturismo que te permitirá disfrutar de la naturaleza desde otro punto de vista.
El principal se encuentra en el Parque Nacional Tsitsikamma, cerca de Stormsrivers en la Ruta Jardín, pero hay otros lugares como el Bosque Karkloof en KwalaZulu-Natal o la Cordillera Magaliesberg, a una hora y media de Johannesburgo y de Pretoria.
El canopy tour también se puede practicar en Central Drakensberg, Magoebaskloof y en el pequeño Swaizland en la Reserva Natural de Malolotja.
Kloofing
El nombre deriva de la palabra africana «kloof» que significa «garganta» o «barranco» y se usa para referirse al piragüismo.
Consiste en el descenso por un barranco profundo o por un curso de agua que puede estar seco o mojado, y su práctica se lleva a cabo principalmente en los ríos Sabie y Olifants.
También se puede practicar kloofing en el cañón del río Blyde en la provincia de Mpumalanga, en el Umzimkulu en Kwa-ZuluNatal y en el río Orange en el Cabo Norte que, con su cascada de 65 metros de altura, da origen a las cataratas Augrabies.
Excursionismo en el Cedereberg
El Cederberg es el paraíso para observadores de astros, excursionistas y escaladores en roca en busca de un paisaje sobrenatural, y para quienes simplemente desean noches silenciosas.
Si lo visitas podrás elegir entre la exigente ruta del Arco Wolfberg, el más breve paseo hasta la Cruz Maltesa, o el sendero de Wupperthal, de tres días.
BONUS IMPRESCINDIBLE: EXTENSIÓN A BOTSUANA
Y aquí llega el bonus imprescindible que te habíamos prometido: extensión a Botsuana
Botsuana constituye la esencia del continente africano. Una razón de peso para explorar el país es su virginidad. Permite disfrutar de la esencia de África al más puro estilo de los primeros exploradores.
Por si fuera poco, casi el 40% de su superficie está declarada zona protegida.
En Botsuana hay más elefantes que en cualquier lugar del mundo y, además, es un gran destino para ver a los grandes felinos.
Aunque es uno de los destinos más selectos del continente, merece la pena que te des el capricho una vez en la vida. Si quieres disfrutar hasta las últimas consecuencias de tu viaje a Sudáfrica no dudes en realizar una extensión y conocer el maravilloso Botsuana.
No te puedes perder en Botsuana
Cataratas Victoria
«El humo que truena», el nombre con que los nativos llamaron al gran salto del río Zambeze.
Aunque propiamente están localizadas entre Zambia y Zimbabue, las Cataratas Victoria se encuentran a muy poca distancia de la frontera con Botsuana.
Esta cascada de 100 metros de alto produce una nube de vapor que se eleva 76 metros sobre el nivel del suelo y puede verse desde 20 kilómetros de distancia.
Las ciudades de Livingstone (Zambia) y Victoria Falls (Zimbabue) ofrecen numerosas opciones para contemplar el salto, desde vuelos en avioneta o helicóptero hasta paseos en canoa o bien en barcos que se acercan a la base de las cataratas.
Delta del Okavango
El Okavango es un asombroso lugar de salvaje belleza y un caso poco usual de delta, en el sentido de que este río no desemboca en el mar.
En el delta del Okavango existe la única población de leones nadadores; éstos se ven forzados a entrar en el agua, que durante las crecidas llega a cubrir el 70% de su territorio, para cazar antílopes e impalas.
El río Okavango es absorbido por el desierto de Kalahari y se desconoce dónde terminan sus aguas.
En 2014, la Unesco eligió el delta del Okavango como Patrimonio de la Humanidad.
Es un lugar que se transforma con las estaciones a medida que las aguas crecen o disminuyen, creando islas, canales y caminos, siempre a merced de las aguas.
Los alojamientos exclusivos y aislados son la especialidad del Okavango, aunque si viajas con transporte propio podrás encontrar fantásticos campings en plena Moremi Game Reserve.
Tu visita al delta no habrá terminado hasta que te pasees por las aguas en una mokoro (canoa) tradicional.
Parque Nacional del Chobe
Hay más elefantes en Chobe, decenas de miles, que en cualquier otro lugar del mundo. Son elefantes grandes, enormes.
Este parque se encuentra en desierto del Kalahari, cerca de la ciudad de Kasane al norte de Botsuana.
Allí también podrás admirar los paisajes típicos de Savuti, con sus leones capaces de comer elefantes; Linyanti, uno de los mejores sitios del continente para ver el licaón, en peligro de extinción; o la ribera del Chobe, donde la mayoría de la fauna típica de África acude a beber.
Si lo sumas todo, entenderás porqué te recomendamos este parque.
Visita a un poblado San
En Botsuana se puede conocer a los san, los primitivos habitantes del África meridional, cuya presencia se remonta a hace 20 000 años.
En el corazón de este desierto habitan los últimos nómadas de África. Son los denominados bosquimanos por los primeros colonos occidentales y suponen una de las culturas más interesantes de África.
Practican un tipo de vida trashumante en perfecta comunión con la naturaleza. Se alimentan de la caza de antílopes así como de la recolección de frutos y tubérculos.
La suya es una historia de supervivencia vagando en la inmensidad de un desierto que ocupa nada menos que el 70% de la superficie de Botsuana.
Parque Nacional de Makgadikgadi
Makgadikgadi es un conjunto de salinas en el interior del Kalahari.
A simple vista puede parecer un territorio inhóspito, árido y duro de habitar, por ello en época de sequía es difícil ver animales en la zona , pero sin embargo durante la época de lluvias todo esto cambia y lo convierte en un lugar a tener en cuenta cuando se viaje a Botsuana.
Sus mayores salinas son las de Sowa y Ntwetwe, que en época de lluvias alcanzan su máximo esplendor, dando vida a toda la zona, atrayendo a miles de flamencos, cebras y ñus con los respectivos depredadores en busca de comida.
Sus bordes están cubiertos de vegetación y enormes Baobab que recuerdan a épocas remotas donde el Makgadigadi fue el lago más grande de África, tal y como demuestran sus fósiles encontrados.
David Livingston lo atravesó en el siglo XIX,teniendo como único punto de referencia el “Chapman’s Tree”, un baobab que se estima que tiene más de 3.000 o 4.000 años de antigüedad, y que aún hoy sigue siendo un punto emblemático en este lugar.
Cabe destacar la Isla de Kubu donde se pueden ver los restos geológicos y fósiles del lago que fue antaño, así como el Reserva de Nata, donde todo lo recaudado sirve como sustento a las 4 comunidades que allí habitan: Nata, Maphosa, Sepako y Manxotae, que lo convierte en un ejemplo de turismo sostenible y solidario.
consejos prácticos para disfrutar tu viaje a SUDÁFRICA Y BOTSUANA
Documentación
Vacunas
No existe ninguna vacuna obligatoria.
Hay algunas vacunas recomendables como la de la Hepatitis A y B, la fiebre tifoidea o el tétanos.
El tratamiento contra la malaria se aconseja si vas a visitar zonas de riesgo, ubicadas en el noreste del país, como, por ejemplo, el parque Kruger. En las grandes ciudades no existe riesgo de ser picados por el mosquito transmisor de la enfermedad.
Puedes consultar la página de la Asociación Española de Vacunología para mayor información.
Sanidad
Seguridad
Si bien la mayoría de los turistas que visitan Sudáfrica no sufren incidentes mayores y las autoridades se esfuerzan en la protección de los mismos, es preciso tener en cuenta que existe un muy alto grado de delincuencia, en ocasiones violenta.
Por ello, la Embajada ha elaborado las siguientes recomendaciones básicas que puedes consultar aquí.
Divisa
La moneda de Sudáfrica es el rand (ZAR).
Lo mejor es llevar dólares estadounidenses o euros en efectivo, además de una tarjeta de crédito.
La cantidad de entrada de divisa en Sudáfrica es ilimitada. Sin embargo, la cantidad de salida no puede ser superior a la que introducimos.
Realiza el cambio de euros o dólares a rands sudafricanos en bancos, casas de cambio y hoteles. Hacerlo en puestos callejeros es ilegal y conlleva riesgo de atraco. Es recomendable conservar los recibos del cambio de moneda de Sudáfrica para volver a cambiar los rands sobrantes antes de marcharte.
Los cajeros automáticos se encuentran fácilmente en las ciudades. El pago con tarjeta está bastante extendido. Procura que no perder de vista tu tarjeta, procurando estar delante cuando te hagan el cobro.
En las zonas rurales es muy probable que tengas que usar dinero en metálico.