La ciudad más pintoresca de Irlanda es una maravilla en cualquier época del año, pero el Festival Internacional de la Ostra de Galway es una excelente razón para ir en septiembre. El último fin de semana del mes se celebra el comienzo de la cosecha de ostras autóctonas con desfiles y el Campeonato Mundial de Apertura de Ostras.

Situada en el río Corrib, esta ciudad portuaria siempre ha sido una de las favoritas por sus vistas al mar, sus acogedores pubs y su marisco fresco. Pero hoy en día también es un abanderado de los productos de la costa occidental, liderando la cocina local, orgánica y de la granja a la mesa.

El centro de la ciudad es la plaza Eyre del siglo XVIII, un punto de reunión popular rodeado de tiendas y bares tradicionales que, a menudo, ofrecen música folclórica irlandesa en vivo. Cerca, los cafés revestidos de piedra, las tiendas de moda y las galerías de arte bordean las serpenteantes calles del Barrio Latino, que conserva partes de las murallas medievales de la ciudad.

Estos son algunos de los encantos de Galway.

Se ubica en una isla en el río San Lorenzo y su nombre viene del Mont-Royal, el cerro con tres cimas que se ubica en su centro. Sus distritos, varios de los cuales alguna vez fueron ciudades independientes, incluyen barrios que varían desde Vieux-Montréal con un estilo francés, adoquines y la Basílica neogótica de Notre-Dame en su núcleo, hasta el bohemio Plateau.

Es una ciudad con un carácter totalmente quebequés, candiense y norteamericano, pero que ha sabido retener muchos rasgos de la colonización francesa creando un estilo de vida y una estructura urbana que ofrece una fusión con rasgos difíciles de encontrar en otras ciudades.

Septiembre es un buen momento para ir de vacaciones a Montreal, cuando el clima veraniego aún está en pleno apogeo y los turistas se han marchado tras la temporada de verano. También es cuando se empieza a ver una mayor disponibilidad de hoteles y las tarifas comienzan a bajar.

Es una época cómoda para pasear por las calles para ver la arquitectura del siglo XVIII en el Viejo Montreal y disfrutar de sus calles adoquinadas, sus catedrales y los cafés.

Aprovecha el buen tiempo para explorar los cuidados terrenos del Parc du Mont-Royal o para obtener una vista panorámica de la ciudad desde la Noria de Observación de Montreal.

Si dispones de más tiempo, planifica un tiempo adicional en la hermosa ciudad de Quebec, a menos de tres horas de distancia.

La encantadora mezcla de la gran ciudad, la cultura y la amabilidad del Medio Oeste son una combinación ganadora.

Famosa por su osada arquitectura, su horizonte está salpicado de rascacielos como el emblemático John Hancock Center, la torre Willis (anteriormente, denominada torre Sears), de 442 m, y la torre neogótica del Chicago Tribune. La ciudad también es conocida por sus museos, como el Instituto de Arte de Chicago, que expone destacadas obras impresionistas y postimpresionistas

Viaja a Chicago en septiembre para conseguir un espacio frente a la Cloud Gate de Anish Kapoor (para los obligatorios selfies con reflejos deformados) y para evitar las grandes multitudes que hacen cola en los ascensores de la Torre Willis y que miran con asombro el edificio art decó Carbide & Carbon.

El tiempo sigue siendo lo suficientemente bueno para los festivales al aire libre: haz lo que hacen los lugareños y acude a uno de los eventos de jazz gratuitos de la ciudad, como el Chicago Jazz Festival, que se celebra en Millennium Park a principios de mes, o el Hyde Park Jazz Festival a finales de septiembre.

A menos de dos horas en coche de Ciudad del Cabo, Hermanus ha pasado de ser un pueblo de pescadores a un popular destino costero por una buena razón: ofrece el mejor avistamiento de ballenas en tierra. Venga en septiembre, cuando el Festival de las Ballenas de Hermanus (27-29 de septiembre) celebra la temporada alta de ballenas francas australes que se acercan a la costa.

Aunque el festival ofrece mucho entretenimiento -música en vivo, espectáculos de coches antiguos, comida callejera, actividades para niños-, dedica algo de tiempo a explorar Hermanus más allá de las multitudes. Lo mejor es dar paseos por los acantilados, las playas solitarias de arena blanca (Voëlklip está hecha para ir de picnic) o los refinados restaurantes.

Si estás buscando una época ideal (y más asequible) para visitar Honolulu, en la isla de Oahu, entonces es septiembre. Desde festivales, temperaturas más frescas, menos aglomeraciones y agradables condiciones del agua, hay muchas razones para elegir Honolulu para viajar este mes. Septiembre es un mes repleto de festivales y desfiles Aloha, por lo que tendrás muchas oportunidades de disfrutar de la cultura hawaiana.

El buen tiempo de septiembre hace que sea agradable para ir de excursión a Diamond Head; relajarse en la playa de Waikiki; y pasar tiempo en el Monumento Nacional al Valor en el Pacífico de la Segunda Guerra Mundial, el monumento al USS Arizona y a los marineros que murieron durante el ataque a Pearl Harbor.

El hecho de que haya menos turistas en septiembre significa que hay más disponibilidad en los hoteles, y es probable encontrar interesantes ofertas.

Kioto, que alguna vez fue la capital de Japón, es una ciudad de la isla de Honshu. Es famosa por sus numerosos templos budistas clásicos y sus jardines, palacios imperiales, santuarios Shinto y casas de madera tradicionales. También es conocida por tradiciones formales, como las comidas kaiseki, que constan de varios platos de preparaciones distintivas, y las geishas, artistas femeninas que se encuentran comúnmente en el distrito Gion.

La ciudad más romántica de Japón brilla más en septiembre.

El tiempo es magnífico, y los precios de los hoteles caen en picado para compensar la demanda fuera de temporada. Los colores otoñales son asombrosamente bellos, mientras que el final del verano se anuncia con varios festivales y eventos callejeros.

Estambul siempre ha sido un gigante cultural, es una de las ciudades más visitadas del mundo ya que ha sido capital de los imperios Romano, Bizantino y Otomano.

Está a caballo entre dos continentes y se encuentra en un importante ramal de la Ruta de la Seda, por lo que casi todos los merodeadores han dejado aquí su huella a lo largo de los años, creando una ciudad muy diversa en cuanto a arte, comida y ambiente.

Visitar Santa Sofía y la Mezquita Azul, recorrer el Bósforo en barco, regatear en el Gran Bazar y ver el reflejo del máximo esplendor del Imperio Otomano en el Palacio Topkapi es algo que todo viajero debe realizar alguna vez en su vida.

Cada septiembre, la capital turca demuestra su capacidad cultural contemporánea con la feria de arte Estambul Contemporáneo, donde instalaciones, esculturas y lienzos sorprendentes muestran las obras más interesantes de la región.

Para una Estambul más vanguardista, dirígete a Beyoğlu, el barrio por excelencia de los buenos tiempos.

Septiembre está en medio de la estación seca en Zimbabue, por lo que la observación de la fauna está en su punto álgido. Puede ser una buena alternativa a Tanzania y Kenia, que son otros destinos populares para las vacaciones de safari.

Es un mes estupendo para ver hipopótamos, leones, rinocerontes y cocodrilos descansando o dirigiéndose a un abrevadero.

Zimbabue ofrece mucho más que excursiones de safari. El tiempo de septiembre es agradable para visitar las cataratas Victoria. Se trata de una de las cataratas más espectaculares del mundo. En esta época del año se puede hacer senderismo, fotografiar, hacer excursiones en helicóptero y probar el rafting.

Septiembre es también un buen mes para visitar el Parque Nacional de Matobo, donde se pueden ver formaciones rocosas y monumentos insólitos y conocer la cultura a través de las pinturas de los bosquimanos de la región.

Gotemburgo es una gran ciudad sueca ubicada en la desembocadura del río Göta, en la costa occidental del país. Tiene un puerto marítimo importante y es conocida por sus canales de estilo holandés y sus frondosas avenidas, como Avenyn, la vía principal de la ciudad, llena de cafeterías y tiendas. Liseberg es un parque de atracciones muy popular con atracciones temáticas, locales de espectáculos y un jardín con esculturas

La segunda ciudad de Suecia está siempre presente en los escalones superiores del Índice de Sostenibilidad de Destinos Globales, gracias a sus bosques, parques, sistema de transporte público y el impulso del gobierno a la eco-innovación.

Disfruta de los frondosos paseos por Slottsskogen o de las vistas al puerto desde el parque Keillers entre paradas en la amplia oferta de restaurantes de la ciudad.

Este valle fluvial, incluido en la lista de la UNESCO, es el epítome de la felicidad bucólica. No es de extrañar que la realeza francesa de antaño abandonara París por sus apacibles pastos, esparciendo un sinfín de románticos castillos por el paisaje, situados en medio de extensos y cuidados jardines o encaramados a plácidos lagos.

Aprovecha el apacible mes de septiembre para pasear por sus pueblos y viñedos con relativa tranquilidad. Además, el primer fin de semana de septiembre se celebra el festival anual Vines, Wines and Walks, en el que los visitantes eligen entre varias rutas del vino, dirigidas por los vinicultores locales, para que puedas pasear, saborear y degustar el mejor queso con la ayuda de un guía experto.

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Septiembre es un buen momento para visitar Croacia, cuando las multitudes locales y extranjeras se han disipado un poco. En cuanto al clima, también es un buen momento para visitarla.

El punto central de tu viaje puede ser la hermosa ciudad de Dubrovnik, principal ciudad costera, con enormes murallas que datan del siglo XVI y rodean una ciudad antigua con edificios góticos y renacentistas.

Si te instalas en la capital, encontrarás muchas atracciones en Zagreb, como la Catedral y el Museo de Historia Natural, y podrás repartir tu tiempo entre la Ciudad Alta y la Ciudad Baja. En septiembre se celebran varios festivales, lo que aumenta la experiencia cultural.

Es un país ideal para pasar las vacaciones, practicando deportes de aventura, senderismo, submarinismo, viajar por sus islas en velero, disfrutar de su gastronomía o de sus excelentes vinos y para perderse con rutas en los rincones mágicos que la historia ha dejado en sus calles.

Los vuelos a Croacia siguen en pleno apogeo en septiembre, por lo que habrá amplia disponibilidad, y el transporte terrestre, como los transbordadores y los autobuses, seguirán funcionando con los horarios de la temporada de verano.

En septiembre se pueden encontrar grandes ofertas de alojamiento en hoteles, incluso en complejos turísticos de lujo.