Cuando se habla de lugares para la luna de miel en América Central, Costa Rica y Belice son quizás los destinos más obvios. Pero si buscas algo diferente, mantén en tu radar Panamá, más concretamente las Islas Secas, a 32 kilómetros de la costa en el Pacífico del país.

Es un pequeño archipiélago volcánico en el Golfo de Chiriquí en la costa del océano Pacífico de Panamá que consiste en cerca de dieciséis islas que en conjunto tiene una superficie de aproximadamente 10 km².

En estas islas se ha instalado un lujoso refugio ecológico con capacidad para tan solo 18 personas. El complejo posee 14 islas en el archipiélago, pero el hotel y las habitaciones (amplias casitas de madera recuperada) se localizan en una sola isla, mientras que el resto se ha dejado sin desarrollar y listo para explorar.

La atracción de las Islas Secas es la vida marina, con mantarrayas, tiburones, tortugas e incluso ballenas jorobadas durante la migración. El hotel presume de algunas estadísticas ecológicas impresionantes: el 100% de su energía se genera con energía solar, por ejemplo, y todos los residuos de comida se deshidratan y se utilizan como abono. Islas Secas no es llamativo ni glamuroso. Es sutil, discreto y uno de los lugares más especiales del planeta.

Foto islassecas.com/es/

El Caribe es un destino único. La mezcla de cultura francesa y criolla, los exuberantes paisajes verdes y las playas de arena blanca no pueden ser más atractivas. Y aunque no es la isla más popular, Martinica ofrece todo lo necesario para una experiencia de luna de miel inolvidable: playas, montañas, deportes acuáticos, vida nocturna y hermosos alojamientos para todos los gustos. Además, su precio es bastante razonable en comparación con el de otras islas del Caribe, por lo que no supondrá un gran agujero en vuestro bolsillo.

Si deseáis pasar un tiempo en un lugar rodeado de belleza natural, Martinica es el lugar adecuado. Con un litoral de playas y aguas cristalinas junto a frondosos bosques con ríos que los atraviesan y montañas formadas por volcanes, es difícil superar esta isla paradisíaca. Y también hay hoteles boutique aislados repartidos entre las montañas y justo en las playas que son absolutamente perfectos para una escapada romántica.

Este destino es un viaje largo (unas 24 horas desde el aeropuerto londinense de Heathrow en avión, coche y barco), pero merece la pena.

Wa Ale es el primer hotel que se abre en el intacto archipiélago de Myeik, en Myanmar, y en él se encuentra un extraordinario complejo de islas privadas en lo que parece el medio de la nada en el mar de Andamán.

Todo el lugar parece hecho a medida para los recién casados (y parejas de enamorados que quieran darse un capricho aún no siendo su luna de miel); incluso tiene una playa específica para los visitantes en su luna de miel.

Once lujosas villas en tiendas de campaña en la orilla de la tranquila cala y tres acogedoras casas en los árboles con vistas al océano.

Podréis observar la eclosión de las tortugas en la playa, navegar en kayak por los ríos de manglares de la isla y relajaros con un masaje privado para parejas en vuestra villa.

El 20% de los beneficios de Wa Ale se destinan a la Fundación Lampi, creada para proteger el Parque Nacional Marino de Lampi, en el que se encuentra el complejo.

Además, encontraréis prácticas sostenibles en todo el complejo, como energía solar, recogida de agua de lluvia y envases biodegradables.

Foto https://waaleresort.com/

Ishigaki es una isla situada en el precioso archipiélago de las Islas Yaeyama de Japón, lugar conocido por sus impresionantes arrecifes de coral. Puede que nunca hayáis oído hablar de la isla de Ishigaki, pero es una isla que merece la pena explorar para disfrutar de una gratificante aventura de buceo.

Además, Ishigaki es una isla pequeña, lo que facilita su exploración. Tampoco es un secreto que este lugar tiene una comida excelente, siendo los fideos soba locales, y deliciosos, una de las principales opciones.

La ubicación de este archipiélago se encuentra entre el Océano Pacífico y el Mar de China Oriental. En su lado sur, hay un volcán conocido como Monte Takachiho, al que se puede subir para disfrutar de unas vistas espectaculares sobre la isla y de otros cráteres de volcanes, algunos de los cuales tienen picos humeantes.

Una vez de vuelta al nivel del mar, se puede montar en un barco con fondo de cristal para explorar los arrecifes de coral cercanos, mientras se está rodeado por el mar azul y las exuberantes montañas verdes.

Y lo mejor de todo es que esta isla no suele estar muy concurrida, lo que permite disfrutar de un destino único sin muchas complicaciones.

Sudáfrica es un destino de luna de miel increíble por su diversidad cultural, su fauna y sus paisajes de asombrosa belleza.

Tanto si deseáis experimentar la majestuosidad salvaje de la sabana y tratar de avistar a los 5 grandes, como si queréis probar actividades de aventura como el senderismo, la navegación y la equitación, o simplemente buscáis empaparos de la cultura y la historia del país en sus museos y sitios patrimoniales, hay mucho que ver y hacer en esta fascinante nación africana.

¿Qué más se puede pedir a una luna de miel romántica?

Si lo que os apetece es disfrutar de una inolvidable luna de miel en un safari, podréis visitar varios parques naturales, el más importante de los cuales es el Parque Nacional Kruger. Con sus bosques ribereños, sus espectaculares kopjes y las majestuosas montañas Lebombo, el paisaje del parque es sin duda sorprendente, pero es la diversidad de animales salvajes lo que hace que la experiencia sea realmente extraordinaria. Durante su estancia en Kruger, podréis avistar leopardos, rinocerontes, guepardos, elefantes, cebras e hipopótamos, sin olvidar las coloridas especies de aves.

A poca distancia de Tahití se encuentra este pequeño tesoro en el corazón de las islas de la Polinesia Francesa. Hermana pequeña de Bora Bora, es una tierra de prístinas playas de arena blanca, aguas turquesas, exuberantes árboles de mango y plátano, así como piscinas naturales que el magnífico océano ha esculpido.

Los lugares más impresionantes de Moorea están repartidos por toda la isla.

Tanto si buscáis aventuras en vuestra luna de miel como si queréis escaparos y disfrutar de un poco de aislamiento tropical, es un lugar perfecto para escapadas románticas.

En esta romántica isla, los alojamientos de superlujo de Moorea, como los bungalows sobre el agua, tienen un precio más razonable que en la más remota Bora Bora. Al estar a sólo 10 minutos de vuelo o 1 hora de ferry desde Papeete, la accesibilidad de la bella Moorea la convierte en una atractiva escala en vuestro camino hacia, o desde Bora Bora. Además, pasaréis ratos inolvidable en vuestras vacaciones sobre el agua. Podréis relajaros, observar la vida submarina desde un barco con fondo de cristal o incluso nadar vosotros mismo bajo el agua.

Ésta será una isla que no querréis abandonar nunca.

Estas tres remotas islas situadas frente a la costa occidental de Irlanda son como un paso atrás en el tiempo, con un encanto rural y un paisaje impresionante que os dejará sin aliento.

Podéis rodearlas a pie o recorrer en bicicleta las bonitas carreteras bordeadas de muros de ladrillo construidos a mano.

Oiréis hablar en gaélico, os sumerjiréis en el famoso pozo de natación «Poll na bPeist», disfrutaréis de delicioso marisco fresco y de las cosas sencillas de la vida.

Los escarpados acantilados que se asoman al océano Atlántico y la famosa hospitalidad local hacen que sean una visita obligada para cualquier pareja que quiera disfrutar de una estancia romántica y apartada.

Sin duda una tranquila y diferente luna de miel apta para conectar entre vosotros y reforzar vuestro vínculo.

A una hora de vuelo de Bali se encuentra la isla de Sumba, bastante olvidada. Y en la costa suroeste, con su propio tramo de playa privada de 2,5 km, se encuentra el complejo ecológico Nihi Sumba.

Famoso por su surf de primera clase y sus caballos de sándalo, que son liberados y galopan libremente por la costa y chapotean en las aguas cada mañana. Un espectáculo digno de observar tranquilamente.

Y después de eso, podréis pasar el resto del día holgazaneando en la piscina o en la playa, relajándoos en el pabellón de yoga de la colina o explorando la isla virgen.

El Spa Safari es otra actividad imprescindible. Se trata de una caminata de dos horas a través de campos de arroz, arboledas de plátanos e incluso un pueblo con techo de paja hasta llegar a las aisladas cabañas del spa situadas sobre el agua.

Y si lo que buscáis son unas vacaciones diferentes del todo ¿por qué no Disney World?

Disneylandia es un lugar donde los sueños pueden hacerse realidad.  Representa un mundo en el que todo puede suceder y en el que la magia te espera a la vuelta de la esquina.

Durante décadas, Disney ha encantado tanto a niños como a adultos de todo el mundo y los personajes y mundos a los que ha dado vida permanecen en nuestra memoria durante muchos, muchos años.

¿Qué mejor lugar para celebrar la mágica experiencia de enamorarse y comenzar una vida juntos que Disneylandia, disfrutando de nuevo como niños?

En la actualidad, Disney gestiona parques temáticos y complejos turísticos en destinos de todo el mundo, como Los Ángeles, Orlando, Tokio, Shanghái, París y Hong Kong, lo que os permitirá elegir el destino que mejor se adapta a vuestras expectativas y combinar la luna de miel de vuestros sueños con unas vacaciones emocionantes.

Por suerte para los recién casados, la mayoría de los parques temáticos de Disneylandia están rodeados de maravillosos complejos turísticos donde podéis dejar salir a vuestro niño interior libremente.

Así que… ¡¡que empiece la magia!!