CINCO CONSEJOS PARA TRAER A CASA LAS FOTOGRAFÍAS DE VIAJES MÁS MEMORABLES Y ENTRAÑABLES

FOTOGRAFÍAS DE VIAJE

En momentos en los que no podemos hacer algo, como por ejemplo viajar ahora mismo, nuestra mente suele tirar de recuerdos para revivir una y otra vez esos momentos que fueron importantes en nuestras vidas: aquel viaje que tanto disfrutamos, la aventura que compartimos con alguien querido, el destino al que fuimos en una ocasión especial…

Y qué mejor forma de recordar los buenos momentos pasados durante un viaje o una excursión que las fotos o los vídeos que realizamos. Seguro que tú también, como muchos, has sacado antiguos álbumes o has tirado de archivo de fotos del móvil para volver a viajar, una vez más, a esos maravillosos destinos que una vez visitaste en persona.

Todo viaje requiere una planificación y preparación que nos lleva después a su disfrute y la culminación de ese proceso son las geniales imágenes que después nos traemos a casa como testigos inmutables al paso del tiempo de esos estupendos momentos vividos en nuestros viajes.

Desafortunadamente, mucha gente vuelve a casa de sus viajes decepcionada con sus fotos.

Aunque puede ser tentador invertir en una cámara nueva mejor antes de irse, pensando que eso mejorará sus posibilidades, tomar memorables fotografías no tiene tanto que ver con la cámara que utilices. Con demasiada frecuencia, se pone demasiado énfasis en los megapíxeles y en la última maravilla tecnológica cuando a veces lo más importante no depende tanto de lo tecnológico como de la forma en que hemos de tomar nuestras fotos para que perduren nuestros recuerdos.

Así que aquí hay algunos pasos que puedes poner en práctica y que comenzarán a ayudarte a sacar el máximo provecho de cualquier cámara que puedas estar usando.

Los mejores consejos para traer a casa las fotos más memorables de tus viajes Clic para tuitear

VE MÁS LENTO Y DISFRUTA DEL MOMENTO

Si tus viajes consisten en ir corriendo de una atracción turística a la siguiente actividad de deporte extremo y luego apurarte para realizar un montón de compras de souvenirs, probablemente no vas a conseguir muchas fotos convincentes.

La fotografía se trata de ver, y ver requiere tiempo e intención. Las buenas imágenes no solo aparecen de pronto. Ve más despacio y haz un esfuerzo proactivo para ser consciente de tu entorno. Encuentra un lugar para sentarte y mira bien a tu alrededor durante un rato para ver qué pasa.

Si viajas con otras personas que no comparten tu interés fotográfico, puede ser difícil reducir la velocidad. Puede que tengas que estar dispuesto a ir por tu cuenta de vez en cuando, aunque solo sea por un rato pequeño. Haz todas las actividades previstas por el grupo y, cuando dispongas de un rato de tiempo libre, vuelve a aquellos lugares que te han llamado la atención y realiza una buenas fotografías de aquello que más te ha gustado.

Esto, por supuesto, no quiere decir que no debas hacer un montón de fotos espontáneas que reflejen la emoción de un momento concreto. De hecho, esas fotos en acción suelen ser algunas de las emotivas.

Cada persona tiene diferentes prioridades de viaje y la mayoría de la gente no viaja solo para tomar fotos. Aunque, si una de tus prioridades es tomar mejores fotos, haz un esfuerzo para reducir la velocidad ocasionalmente y centrarte en la vista.

ACÉRCATE A LAS COSAS QUE ESTÁS VIVIENDO

Está bien hacer una foto panorámica tan típica de una postal. Pero también debes fijarte y mirar más de cerca los detalles. A menudo encontrarás que estos detalles pueden evocar una mayor sensación de lugar que otra instantánea genérica del monumento que estés visitando en ese momento.  Entonces, haz esa foto; son recordatorios importantes de eventos significativos para nosotros.

Las cosas que hay que buscar son infinitas, cualquier cosa que pueda contar una historia o ayudar a describir un lugar y la gente que vive allí: los puestos de un mercado callejero, las coloridas viviendas de un barrio bohemio… cualquier cosa que te llame la atención será un buen recuerdo fotográfico que admirar en la vuelta a casa.

Y cuando hablamos de acercarte no nos referimos a hacerlo solo físicamente. También puede tratarse de encontrar una forma diferente o inusual de presentar el mismo tema. Esto puede significar encontrar un ángulo o perspectiva inusual o única, o incluir algún elemento interesante en primer plano.

INTERACTÚA CON EL ENTORNO QUE QUIERES FOTOGRAFIAR

Esto no es fácil para mucha gente. Sin embargo, superar nuestro miedo a la interacción, cualquiera que sea el motivo de ese miedo, rechazo, vergüenza, barrera del idioma, puede llevarnos a algunas experiencias gratificantes, así como a algunas grandes imágenes.

La interacción no tiene por qué ser necesariamente una conversación. Puede ser tan simple como una sonrisa con un reconocimiento no verbal de que una foto es aceptable. Pero también puede valer la pena olvidarse de la cámara de vez en cuando y pasar algún tiempo conociendo a alguien. Siéntate y observa una ceremonia en un templo, charla más con tu guía turístico… Nunca se sabe qué oportunidades fotográficas pueden surgir al salir de su zona de confort (y a qué otras experiencias gratificantes te pueden llevar).

NO HAGAS LO QUE HACEN TODOS

Viajar a lugares muy turísticos no significa que tengas que volver a casa con las mismas fotografías que todos los demás.

Cuando salgas a explorar por tu cuenta, aventúrate por un camino lateral, pasea por vecindarios al azar, arriésgate (ojo, siempre respetando las medidas de seguridad).

La vida, para la mayoría de la gente en los lugares que visitamos, no sucede alrededor de las atracciones turísticas, museos y monumentos, así que sal de las zonas turísticas y explora las áreas donde la gente pasa la mayor parte de su vida diaria.

Algunas de las mejores experiencias de viaje se producen en paseos no planificados y son los que nos proporcionan los recuerdos durarán toda la vida. Y realmente, ¿no es para eso por lo que viajamos?

Pero insistimos, esto debe hacerse con conciencia y precaución, ya que podría ser fácil desviarse hacia un área insegura o incompleta. Ve siempre acompañado y avisa de tu destino y tus planes. Sé consciente de lo que te rodea. Toma las precauciones habituales, pero no tengas miedo de arriesgarte un poco.

A VECES EL MEJOR CONSEJOS ES…GUARDA LA CÁMARA

Ahora mismo te estarás preguntando: si guardo la cámara, ¿cómo voy a sacar fotos?

Esto puede parecer contrario a lo razonable, pero hay veces en que nos obsesionamos con hacer una foto perfecta o una foto concreta. Por cualquier razón, a veces la inspiración no está ahí. Y esto les sucede hasta a los mejores fotógrafos.

Si esto te pasa en alguna ocasión, no te empeñes y lo fuerces, solo crearás más frustración. Vuelve a poner la cámara en la bolsa y disfruta de la experiencia que estás viviendo en ese momento. La foto perfecta ya volverá.

A menudo, al guardar la cámara y quitarnos de encima la presión autoimpuesta de capturar esa imagen perfecta, la mente se relaja y empiezas a ver de nuevo.

En cualquier caso, recuerda siempre por qué estás viajando en primer lugar, y disfruta de la experiencia de estar en ese momento y en ese lugar. Los recuerdos materiales, las fotos entre ellos, no deben ser más que una consecuencia secundaria de ese instante que estás viviendo.

Seguir estos pasos no te convertirá de la noche a la mañana en un fotógrafo de fama mundial. Sin embargo, seguirlos de forma consciente a medida que se avanza en el viaje debería al menos ponerte en el camino de aumentar el número de imágenes memorables que traes a casa. Y esto, sin duda, te proporcionará un montón de imborrables recuerdos de los que tirar en los momentos en que, como este, no podemos viajar y debemos quedarnos en casa por algún tiempo.

Y tú, ¿eres el fotógrafo oficial de tu grupo de viajes? ¿Qué otros trucos tienes tú para hacer fotos memorables de tus viajes

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